Camino hacia el verano de mis días
No hay motivos para pensar que el verdor del campo que dejo me seguira a todas partes.
Desde mi jardin, parece que un perro se hubiese lanzado sobre la grama y hubiese destapado
huesos que hasta ahora ignoraba.
No son mis ancestros.
Pero los huesos que ahora este perro desentierra y muerde
producen no se que en mi
que casi me obligan
a buscar otro horizonte.
No rehuyo el combate
soy un guerrero frente a las insolencia de la vida
así como frente a sus amapuches
y proposiciones
contra la voluntad
de andar mis caminos.
A mi no me sorprende el polvo del verano
Adecir verdad
cuando mi cara esté sucia
y mi ropa
no se reconozca
habrá en la profundidad de la tierra un manantial
al cual poder asirme
Que me romperé los dedos, bueno, también me los rompo aquí
Que me miraran de reojo y seré blanco de criticas
¿Qué podemos hacer?
No porque coma arroz con pollo
y disponga de un jugo en el almuerzo
es que mi alma
está llena
y mi corazón está feliz
Yo vivo en esta fuente inagotable de la vida
Se que Dios no me arrebatará mi callado
Ahora que me decido por el desierto
Un salto al abismo no es un salto
si al fondo del mismo
la paz
y el sociego
te cierran la boca con un beso.
Calla Magdalena de mis días
No soy Jesus
soy una parabola
cuya resolución
se agotó
en un limite
que aunque no tiende a infinito
es mohino
y es extraño
Voy en paz
Que el verano se haga presente
si esa es la decisíon de la vida
yo por mi lado
alzaré mi canasta
y seguro
que habra perdices y abundante agua para mi
martes, 10 de noviembre de 2009
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